Crónica del XVII día de la marcha.

Crónica del XVI I día, 22-09-07

Como ya comentamos en la crónica del día de ayer, el compañero Sobezno quedó acampado en un lugar muy bonito cargado de pinos y junto a una Ermita, llamada del Niño, y a unos 81 kilómetros de Madrid.

Esta mañana sobre las 10: horas, levanto de nuevo el campamento, desayunó en una gasolinera y se puso en marcha como todos los días, aunque ya dosificando un poco el trayecto que le queda para llegar a Madrid el día previsto.

Los siguientes 5 kilómetros le resultaron bastante escabrosos y difíciles por lo abrupto del terreno por el que pasaba al no haber delimitado una vía de servicio medianamente en condiciones, todo eran terrones y tierra blanda y todo el rato subiendo cuesta o bajándola, que a veces puede resultar igual de penoso, bajar que subir, así que pasado esos cinco kilómetros infernales, encontró un túnel que atravesaba bajo la Autovía y decidió pasarse al otro lado para ver si el camino se encontraba en mejor estado.

Cuando atravesaba dicho túnel, largo y oscuro, a mediados del mismo, había un socavón de grandes proporciones, y la mala suerte junto a la oscuridad que reinaba dentro del túnel, hizo que fuera a dar de bruces dentro del mismo; durante unos minutos quedó algo aturdido del golpe y una vez recuperado salió del agujero y por fin terminó de atravesar el dichoso túnel.

Una vez al otro lado y ya con la claridad del día se limpió las heridas (arañazos) que se produjo con la caída, en manos y brazos y pasado el pequeño susto prosiguió su marcha.

(una de las tres fotografías que nos manda es precisamente la de este túnel).

Pasó por una localidad llamada, Dos Barrios y se fotografió delante de la portada de una capilla, que casualmente es la Patrona de los Caminantes y de los Camioneros, luego llegó a la famosa Cárcel de Ocaña pasando junto a sus muros, y llegando a la Localidad del mismo nombre sobre 14:00 horas.

Descansó durante un rato en esta localidad y a continuación prosiguió su marcha, hasta que, a unos 4 ó 5 kilómetros encontró un sitio apropiado y allí mismo decidió acampar y terminar así, la jornada del día de hoy, estando ya de Madrid a unos 60 kilómetros aproximadamente.

Y como ya se encuentra acampado y a no ser que le caiga un royo, cosa harto difícil pues según me cuenta por la zona está completamente raso, no se espera ningún otro acontecimiento, me pasa esta crónica un poquito mas temprano, pues aquí el cronista también tiene derecho a dar un paseíto con la señora de vez en cuando.

Así que como todos los días, amigo Sobezno te deseo que no te aburras demasiado y descanses, que mañana por poco que te propongas te pones ya casi a tiro de piedra de tu destino final. (Y cuídate las heridas que tenemos que salir guapos en la foto cuando vaya a verte a Madrid).

M. Álvarez.