Como Vigilante de Seguridad que soy, con una antigüedad en la profesión de 28 años y padre de los dos agredidos, repudio cualquier comportamiento donde un profesional agreda a una persona sin la mas mínima justificación.
Ante cualquier actuación donde el vigilante tenga que intervenir por un supuesto alboroto en un local de copas, la forma de actuar del vigilante es llamarle la atención y si el supuesto alborotador persiste en su actitud, llamar a la Policía para que se haga cargo del asunto, la cual es la única con autoridad para solventar el problema.
Nunca un Vigilante de Seguridad se puede tomas la justicia por su mano y tratar a las personas a polo limpio, ni que este País fuera, Somalia, con todos los respetos para Somalia.
Sobre los falsos porteros, no hace falta decir que estos son Sicarios de Gimnasio, que solo se consideran hombres delante del espejo o en grupos muy numerosos, como en este caso, 7 u 8 pegándole a atrición y por la espalda a dos personas, (por supuesto embriagadas, ¿por qué si no iban a estar a esas horas en una discoteca?) que por su estado eran incapaces de defenderse, menudos valientes, me gustaría verlos uno a uno y darles la oportunidad de demostrar cuan hombres son, miserables.
Manuel Álvarez Romero, a vuestra disposición.
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