jueves, 8 de enero de 2009

Minoría

Vamos a ver si soy capaz de aclarar una cuestión que considero de capital importancia y que va dirigida solo y exclusivamente a un porcentaje muy reducido de nuestro sector y que de seguro sabrán, (sin nombrarlos) quienes son.

La experiencia nos ha demostrado que, como digo, somos una exclusiva minoría los que padecemos esta ignominia por parte de la patronal, sindicatos y aunque en menor medida creo que también somos rechazados por el resto del colectivo, al crearle mala conciencia nuestra forma de ser.

Según mis apreciaciones personales, seríamos aproximadamente un 2 ó 3% aproximado de todo el colectivo los que formaríamos este pequeño grupo, siendo las características principales que nos unen:

Que el miedo no nos impiden reclamar nuestros derechos.
Que denunciamos lo que consideramos injusto.
Que solemos dar la cara por los demás.
Que lo que decimos lo cumplimos.
Que sabemos de la corrupción que impera en el sector.
Que somos profesionales en el amplio sentido de la palabra y que como tales realizamos nuestro profesión respetando y haciendo respetar las leyes.
Que no somos falsos al decir que no realizamos horas extras y después las hacemos.
Que no trabajamos con intrusos, sin denunciarlos.
Que no nos solemos poner en buen lugar de boquilla o escribiendo por que somos tal como decimos ser.
Que solemos vernos en las huelgas y concentraciones, aunque sea en la distancia.

Por esta forma de ser, sufrimos la impotencia de dicha minoría que por mucho que haga nunca será suficiente y siempre les tocará perder, y así nunca conseguiremos un sueldo digno, ni que esta profesión se dignifique de forma que trabajar en ella suponga un orgullo para todos.

Por eso la lucha que hay que llevar a cabo contra la ignominia a la que estamos sometidos, no es la lucha de todos, ya que la mayoría restante, es feliz y nunca va a hacer nada, y solo es cosa de esta minoría que compartimos solo unos pocos.

Esta reflexión es muy personal y cualquier parecido con la realidad es pura ficción.

Saludos.

M. Álvarez.

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