Permítanme exponer un símil:
Todos hemos visto últimamente por la Televisión, como en algunos casos donde alguien ha matado a otra persona y después la ha hecho desaparecer, normalmente muy cercana, que acto seguido se ha mostrado tan sorprendido y dolido como los mas queridos, padres hermanos o hijos, llegando a ponerse a la cabeza de la búsqueda, hasta que la Policía lo ha descubierto, demostrando así la frialdad y el cinismo del asesino.
Pues bien, en nuestro sector tiende a pasar algo parecido, tenemos unos sindicatos de clase que nos han venido firmando convenios, a cual peor, dejando el sector en agonía de muerte, y sus autores, a pesar de ser descubiertos, se siguen poniendo a la cabeza de la lucha obrera por un convenio mejor. Creo que, para esto, también hay que tener descaro y cinismo.
Aunque en nuestro caso hay una clara diferencia, en el caso de los asesinos, (que no estoy llamando asesino a nadie) cuando se aclara el asunto van a la cárcel, y en nuestro caso, les seguimos votando, apoyando y asistiendo a sus manifestaciones, y todo esto, sin que tengan la vergüenza de reconocer sus errores pasados y sin que se dignen ofrecer alguna garantía de que no va a volver a suceder lo mismo que en convenios anteriores.
Por esta razón quiero manifestar, fuerte y claro que: COMIGO NO VUELVEN A CONTAR PARA NINGUNA OTRA PANTOMIMA, al menos mientras no se produzca un cambio radical y como digo, ofrezcan “GARANTÍAS” de que no nos van a vender de nuevo.
A partir de ahora solo asistiré a las convocatorias de los sindicatos profesionales, siempre que, como parecer ser que han hecho en esta ocasión no se hayan ofrecido de “teloneros” a los de clase y vayan de por libre.
Saludos.
M. Álvarez.
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