Cuando el beneficio de la empresa está basado casi de forma íntegra en las horas extras, a más horas extras mayor beneficio, es lógico que sin saber cuales sean los conceptos que el Supremo va incluir para sacar el precio de la hora ordinaria, la empresa no quiera saber nada de negociar convenio hasta que disponga de dicha información.
Una vez que el Supremo se pronuncie y se sepa los conceptos que entran para sacar el valor de la hora ordinaria, que es de lo que se trata, la patronal pondría el precio de la hora extra, unas décimas por encima y asunto resuelto, llama a sus siervos y tras unas pequeñas refriegas bien estudiadas, acto seguido se firma el convenio.
¿Qué demuestra esto? Que los sindicatos de la mesa no pintan absolutamente nada.
Y si ahora se convoca una huelga indefinida por los sindicatos y asociaciones independiente y previamente no se pone sobre la mesa que diga lo que diga el Supremo, la hora extraordinaria, no se va a negociar (por ejemplo) por debajo de un 40% sobre la ordinaria, obligando así a la patronal a negociar un convenio digno, y dándole así la vuelta a la tortilla, de forma que las horas extras, en lugar de un beneficio para la empresa, sean un lastre, como debería de ser siempre, con esta huelga habremos perdido la oportunidad que tantos años llevamos esperando, y estaremos haciendo buenos a los que tanto hemos criticado.
Desde mi humilde posición, les pido a los convocantes de la huelga que tenga muy presente esto que digo, por que ahí está la madre del cordero.
Saludos.
M. Álvarez..
P.D.
Definición de siervo:
La voz siervo (del latín servus) designa una forma de vinculación social y jurídica -típica del feudalismo entre una persona, generalmente un campesino, y un señor feudal, quedando sujeto a su señorío.
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